jueves 28 de marzo de 2024

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Alejandra Darín pidió en IDEA que se aplique un impuesto a los productos que vendan las salas de cine y teatro

La presidenta de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín, propuso que todo lo que se venda en las salas pague un impuesto.

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La presidenta de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín, pidió aplicar un nuevo impuesto a las salas de cine y teatro en su disertación en el 55º Coloquio de IDEA.

La propuesta de Alejandra Darín es "la implementación de una Ley que haga tributar a las grandes cadenas exhibidoras de cine por los servicios anexos y conexos de sus locales, es decir sobre todas las exclusividades gastronómicas y merchandising de los que el espectador es cautivo, y que este tributo vaya al Fondo de Fomento Cinematográfico".

Alejanda Darín propuso "la implementación de una Ley que haga tributar a las grandes cadenas exhibidoras de cine por los servicios anexos y conexos de sus locales".

En contacto con Radio Brisas, también evaluó "falta de interés" del gobierno de Mauricio Macri hacia la Cultura: "Es triste que haya algún tipo de gobierno que pareciera no interesarle la actividad que desarrollamos los artistas que generalmente se nos denomina como trabajadores de la cultura".

"Es triste que haya algún tipo de gobierno que pareciera no interesarle la actividad que desarrollamos los artistas", reconoció Alejandra Darín.

Ante esto, afirmó que "tendría que haber políticas culturales serias", y dejó en claro que "es una actividad que generalmente uno no la pone como prioridad después de salud, alimentación salud, y vivienda que están antes, pero no se puede dejar tan atrás, tiene que interesarles".

Consultada sobre la famosa grieta en el ambiente, remarcó que "tenemos que empezar a desprendernos de eso si queremos avanzar como sociedad porque es un invento, porque no es verdad. Mucha gente se come esa historia entonces siente la necesidad de ponerse de un lado o del otro".

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Alejandra Darín formó parte del panel “El trabajo como elemento transformador de todo: Los sindicatos y las empresas ante los nuevos paradigmas” junto a Hugo Yasky (Sec. Gral CTA de los Trabajadores y Diputado Nacional); Sergio Palazzo (Sec. Gral de la Asociación Bancaria); Gerardo Martínez (Sec. Gral de UOCRA); Daniel Herrero (Presidente de Toyota Argentina) y Javier Goñi (Gerente Gral. de Ledesma).

EL DISCURSO COMPLETO DE ALEJANDRA DARÍN EN EL COLOQUIO

“Para nuestro gremio es muy importante estar compartiendo este espacio de reflexión, propuestas e intercambio, integrando esta mesa con pares nuestros en tanto representantes de trabajadores, y también con empresarios y productores, especialmente de cara a una nueva etapa, a un nuevo tiempo, que necesitará inevitablemente de consensos y respeto de derechos básicos.

Durante mucho tiempo y aún hoy, quizá por prejuicios, mitos urbanos o simplemente por desconocimiento de nuestra actividad, primó la idea que actores y actrices no pertenecíamos al ámbito del trabajo y sí estábamos ligados a la alfombra roja, las fiestas, y el glamour. Nuestro sindicato, aunque parezca mentira, teniendo más de 100 años de existencia, nacido de una huelga en contra de la gran explotación existente en ese momento, ha conseguido hace pocos años el reconocimiento pleno de los derechos como trabajadores, de actrices y actores.

Como toda organización sindical, tenemos una estructura sustentada por nuestro estatuto, personería gremial, convenios colectivos en las cinco ramas de la profesión, y la pertenencia a una central de trabajadores (CTA). Recién con la Ley del Actor, votada unánimemente en las dos cámaras de nuestro Congreso Nacional, se consagró el derecho previsional que nos permite jubilarnos. Esa equiparación con el resto de los trabajadores reafirmó nuestra convicción y nuestro anhelo de formar parte efectiva de nuestra clase, se concretó.

Cabe mencionar que la mala reglamentación a la que se sometió nuestra Ley, fue judicializada por nuestra entidad. Hoy, con dos sentencias favorables a nuestro sindicato y tras una apelación de la contraparte, la resolución se encuentra a decisión de la Suprema Corte de Justicia.

Desde los años 90 se puso en boga caracterizar a nuestra profesión como Trabajadores de la Cultura. Cabe entonces la necesaria aclaración: para nosotros la cultura es todo; es el modo en que los seres humanos nos vinculamos entre nosotros, con el trabajo, con el país, con la familia, y eso es lo que nos distingue como tales.

Las obras de teatro, series y películas en las que trabajamos, exaltan ese modo de vinculación; no son “productos suntuarios”, sino que son esenciales al hombre y a la mujer, y forman parte de sus necesidades básicas, por lo tanto al igual que la literatura, la pintura, la música son un Derecho Humano.

La definición de “trabajadores de la cultura” para determinar nuestro verdadero rol, sobre todo cuando nos encuadramos dentro de la llamada Industria Cultural -que por supuesto contiene a la Industria Audiovisual-, nos relaciona en forma directa con las relaciones laborales. Es allí donde nuestra personería gremial, estatutos, convenios colectivos de trabajo y nuestra Ley del Actor, tienen pleno sentido.

Las Industrias Culturales hoy abarcan casi el 4% de nuestro Producto Bruto Interno. La Industria Audiovisual casi el 3%. Estos son porcentajes mayores a los que tienen, por citar ejemplos, la Pesca y la Industria Textil.

Es a partir de nuestra representación como organización sindical de la Industria cultural, del Teatro, del Cine, de la Televisión y las Nuevas Plataformas, de la Publicidad y del Doblaje que pretendemos tener participación en el diseño de las políticas públicas que promuevan el trabajo de nuestros afiliados, y garanticen su salud a través de los aportes a nuestro sistema de salud solidario, que ejecuta nuestra Obra Social de Actores (OSA).

¿Por qué tendríamos los actores que participar en el diseño de estas políticas públicas? Porque somos una parte esencial de los productos que circulan en las industrias mencionadas y porque creemos profundamente que en esa participación activa defendemos un derecho irrenunciable de todos los que vivimos en nuestro país, el derecho a la Identidad, ya que en esas producciones, contamos nuestras historias, vemos nuestros paisajes, escuchamos nuestras tonadas y nuestra lengua. Y es desde esa Identidad donde seguimos dando lo mejor de nosotros al mundo.

Para concluir, consideramos estratégico para nuestra organización entonces:

El definitivo y pleno funcionamiento de la Ley del Actor, que regula nuestra jubilación, y en la que se reconoce a todo nuestro salario para el aporte y la contribución correspondiente, conforme a los principios de la ley general.

La necesidad de una Ley Nacional de Televisión y Nuevas Plataformas, que fomente el trabajo a través de un Instituto Nacional, que regule la cuota pantalla de exhibición de series y telenovelas argentinas en emisoras, señales y streaming que se exhiben y circulan en nuestro territorio, sin tocar las asignaciones de ninguno de los Institutos Nacionales vigentes.

La implementación de una Ley que haga tributar a las grandes cadenas exhibidoras de cine por los servicios anexos y conexos de sus locales, es decir sobre todas las exclusividades gastronómicas y merchandising de los que el espectador es cautivo, y que este tributo vaya al Fondo de Fomento Cinematográfico.

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Este punto como el anterior, lo estamos llevando adelante con las entidades hermanas con las que conformamos la Multisectorial por el Trabajo, la Ficción y la Industria Audiovisual Argentina.

El cumplimiento pleno de la Ley de Cine sobre todo en lo concerniente a la cuota pantalla de las películas argentinas.

La necesidad imperiosa de la incorporación en los cinco convenios colectivos de trabajo que rigen la actividad actoral, de un protocolo de prevención e intervención en situaciones de discriminación, acoso y violencia hacia mujeres y personas LGTBIQ+.

Nuestra condición de trabajadoras y trabajadores, nos permite legitimar nuestra posición política gremial afirmativa en relación al proceso de unidad del movimiento trabajador a través de sus organizaciones sindicales y de sus centrales tal como fue decidido en nuestro Congreso de CTA el pasado 3 de octubre. Asimismo, nos permite abordar la nueva etapa desde nuestro trabajo sin perder derechos, y honrar el mandato dado a nuestra Central, para, como lo enunciara nuestro Secretario General: “Para ser parte de la refundación del contrato social, como lo denomina la Confederación Sindical Internacional, y para ser parte de la convocatoria al diálogo para que en la Argentina seamos los que queremos trabajar, los que queremos producir, los que queremos que haya Ciencia y Tecnología, escuela pública, los que se sienten a decidir los pasos a dar”.

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