De los monitores, CPU, electrodomésticos, y televisores en desuso reciclados, unas 9 toneladas, se les extraen "metales, plásticos y placas eléctronicas, que luego son exportadas a Bélgica".
En esta nueva actividad "se sumaron muchas empresas y locales de reparación" de artefactos tecnológicos, que entregaron decenas de artefactos y componentes.
"Fue increíble la cantidad que se juntó", remarcó el docente.
Según el coordinador de esta iniciativa, enmarcada en el programa universitario "Cuidando lo nuestro", se genera "un doble impacto positivo para el medio ambiente, por un lado para Mar del Plata y la zona por sacar estas toneladas que no irán al predio de disposición final de residuos y volverán la circuito productivo, y por otro porque reduce el impacto en los lugares donde extraen los minerales".
AHORA - Recuperan residuos tecnológicos
Recientemente la casa de estudios recibió como donación una compostera realizada con maderas recicladas y partes de plástico que revestían el material tecnológico desechado. Se trata de recipientes que sirven para descomponer la materia orgánica que vamos desechando (restos de frutas y verduras, restos de café o té, restos de poda, hojas, ramas, aserrín, entre otros) y generar un abono ecológico para nutrir a nuestras plantas.
"La economía circular tiene que ver con estas propuestas y pensar un desarrollo económico sustentable para la ciudad", enfatizó Graña.
En sintonía, se dispusieron 43 puntos verdes para desechar productos derivados del plástico de manera responsable.
Además reciclar el contenido de las eco-botellas también hay otro destino para las tapitas que son donadas a la Cooperadora de Hospitales de Mar del Plata (Materno Infantil). La Cooperadora vende las tapitas a empresarios marplatenses que fabrican perchas, máscaras y boyas, entre otros productos.
De esta forma se fortalecen hospitales locales y el plástico vuelve al circuito comercial.