El seleccionado de Brasil derrotó por 4 a 1 a Corea del Sur en una demostración imponente de buen fútbol y autoridad para pasar sin contratiempos a la fase de cuartos de final, donde se cruzará con Croacia, ganador de la otra llave en la que quedó en el camino el representativo de Japón.
Vinicius, Neymar de penal, Richarlison y Paquetá marcaron entre los 7 y 27 minutos del primer tiempo. Sobre el final de esa etapa pudo haber ampliado el marcador, pero por falta de puntería o excesos de confianza fallaron en las definiciones. El gol del honor para los derrotados lo marcó Paik Seung-Ho.
Brasil fue buen juego, lujos y definiciones exquisitas. El plantel le dedicó el triunfo a Pelé, el múltiple campeón del mundo que está internado, aquejado por una enfermedad que lo tiene a maltraer desde hace tiempo.
Es que en el complemento, con el partido resuelto, el conjunto que dirige Tité moderó el esfuerzo, manejó el resultado y dejó al rival toda la responsabilidad para buscar descontar. Allí fue cuando, en las pocas llegadas logradas con real peligro, apareció el arquero Alisson para mantener las cosas en orden.
A la alegría de la clasificación le sumó la recuperación de Neymar, que solo había jugado el partido del debut, que no pudo completar por un esguince en el tobillo que lo marginó de los otros dos enfrentamientos de la fase de grupos.
Ahora le queda por delante el desafío de Croacia, que no pudo superar a Japón en tiempo regular ni suplementario, por lo que el pase a cuartos de final lo logró a través de la ejecución de penales, con tres de ellos atajados por su arquero y figura de la noche.