Facundo Campazzo “volvió” a Peñarol. En los recuerdos, el base cordobés regresó a una de las etapas más felices de su vida y su carrera. “Facu” ganó varios títulos con la camiseta “Milrayitas” y se transformó en uno de los ídolos de la institución.
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SUSCRIBITEFacundo Campazzo “volvió” a Peñarol. En los recuerdos, el base cordobés regresó a una de las etapas más felices de su vida y su carrera. “Facu” ganó varios títulos con la camiseta “Milrayitas” y se transformó en uno de los ídolos de la institución.
La entrevista concedida al segmento “Líbero Versus”, de TyC Sports, tiene una duración de 38 minutos y es en formato de ping pong. Allí, el periodista Matías Pelliccioni mostró otro costado del basquetbolista que actualmente juega en el Real Madrid.
Campazzo, reclutado de muy chico por Peñarol, debió venirse a vivir a Mar del Plata y en un pasaje de la charla, consultado sobre su primer sueldo, contó que “me acuerdo que eran 300 pesos" y que se los gastó “en alguna merienda o alguna remerita para vestirme bien. “Me costaba guardarla, ahorrar. La remerita era para dar una vueltita”, dijo entre risas.
Sobre el cariño de los hinchas de Peñarol en La Feliz, Campazzo reconoció que “hace poco fui con la Selección y me reconoció mucha gente. Hacía mucho que no iba y fue lindo”.
Al hablar sobre su primer auto, dijo que fue un “Corsa tres puertas y le puse parlantitos. Iba por Rivadavia, bajaba las ventanillas y ponía reguetón y cuarteto”.
Sobre el mejor festejo, recordó un título con Peñarol celebrado en el monumento a San Martín, trepado junto a los hinchas. “Tenía una botella en la mano, un papelón”, dijo.
A la hora de mencionar al mejor DT de su carrera, eligió al “Oveja” Hernández por “la cantidad de años que estuve con él y lo que representó para mi vida”.
Además, relató que el técnico bahiense, también ídolo de Peñarol, le dijo una frase que lo marcó en su carrera. “Me dijo que un día iba a ir a mi casa a ver si la tenía ordenada. Nunca vino, pero me obligó a ser ordenado y me di cuenta que si sos ordenado en la vida, también lo sos en la cancha cuando jugás”.
Sobre sus inicios, Campazzo recordó que “Román González me ayudó mucho, pero me hizo pagar derecho de piso” y que “salí la noche anterior a algunos partidos en Peñarol. Iba mucho a Samsara”.
Al ser consultado sobre comer un asado con tres personas, eligió primero a Leo Gutiérrez “porque hace unos asados tremendos, unas mollejas espectaculares”, recordando aquellas juntadas del Peñarol tricampeón.
A la hora de mencionar sus miedos, dijo que le teme “los aviones y a la oscuridad” y, sobre el segundo punto, confesó que durmió con su mamá hasta cuando era adolescente.Allí recordó a Stella Galli, quien lo cuidó cuando llegó a Mar del Plata. “Fue la número 1, me daba de comer en los primeros tres o cuatro años, paraba en su casa en el verano cuando los hoteles y departamentos estaban ocupados alquilados. Trabajaba en el club, era la planillera. Y también esperaba que me durmiera. Yo fui comprador, me gustaba charlar, tirar chistes y tuvimos una muy buena relación”, reconoció Campazzo.
Mirá la entrevista completa: