“No voy a ir preso de nuevo”, fue la frase que Omar Alvarado (24) -principal sospechoso de violar a María (45) y de asesinar a su hijo Santino (4)- dijo al momento de perpetrar semejante aberración en la “Cueva de Los Leones”, el pasado jueves por la tarde en Puerto Deseado, localidad de la zona norte de Santa Cruz.
El diario La Opinión Austral reveló que el hombre había salido de prisión hacía poco menos de un mes. En las últimas horas trascendió que las horas que esta persona pasó privado de su libertad fueron consecuencia de una ataque a piedrazos a su sobrino. Fue su propia hermana quien lo denunció. El juez Oldemar Villa lo dejó libre, pese a que él mismo aseguró recientemente que no es inimputable a pesar de sufrir esquizofrenia.
Alvarado habría intentado asesinar a su sobrino a piedrazos. La madre del menor brindó un testimonio vital en el juzgado para que el cuestionado magistrado librara la orden de detención del joven.
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La mujer que fue violada, junto su hijo fallecido.
Indignada, la mujer fue a preguntar “¿por qué lo dejaste libre?”, ya que, en el primer allanamiento, él ya había sido aprehendido por el brutal crimen de María y Santino, pero luego de seis horas en la comisaría recuperó su libertad. El juez, quien aseguró que “no le teme a las marchas”, no ordenó ninguna medida. Por lo tanto, el principal sospechoso del caso que conmociona al país podría haberse fugado tranquilamente.
El operativo policial se concretó en “La Favela”, lugar allanado en innumerables oportunidades por robos y otros delitos. Allí se encontró a Alvarado y a varias personas más que fueron demoradas.
Él tenía ropa manchada con sangre y lesiones en su cara y brazos, presumiblemente producto del intento de defensa de la víctima salteña. Para Villa, eso no fue suficiente para ordenar que pasara a revestir carácter de detenido y la Policía debió liberarlo.
El dato que aportó María sobre lo dicho por el sospechoso (de que había estado preso) y los rasgos fisionómicos que dio fueron claves para que las autoridades pudieran avanzar en el esclarecimiento del hecho. El identikit de la División Criminalística fue un claro acierto.
Además de Alvarado, quien también posee otros antecedentes (en diciembre estuvo aprehendido por querer ingresar a robar en viviendas ubicadas en un pasaje entre 15 de Julio y Capitán Oneto), hay un menor (Javier M., de 16) sospechado de ser su cómplice. Él también posee varias causas por robo y hurtos y su casa fue allanada en más de una oportunidad.