La renuncia presentada por el camarista federal Jorge Ballestero luego de las críticas y denuncias del oficialismo recibidas tras el fallo que liberó transitoriamente al empresario Cristóbal López, el Poder Ejecutivo publicó en el Boletín Oficial el decreto de aceptación.
Por otro lado, el Gobierno recibió en los últimos días un respaldo indirecto de la Corte Suprema a su política de aceptar las renuncias de jueces investigados y no llevarlos a juicio político.
Ballestero deberá presentarse el martes a trabajar nuevamente en los tribunales de Comodoro Py porque se le vence la licencia que había pedido el mes pasado en medio de la tormenta por el fallo sobre López, que luego fue revertido por la Cámara Federal de Casación Penal, que ordenó volver a detener al empresario del Grupo Indalo. Dejará así definitivamente la sala I de la Cámara Federal penal porteña.
El Gobierno optó por aceptar las renuncias de dos jueces emblemáticos como Ballestero, de extensa trayectoria en Tribunales -antes de camarista fue juez de instrucción durante el menemismo- y Norberto Oyarbide, en este caso a mediados de 2016. Oyarbide es investigado en una causa penal, también por las presuntas inconsistencias de su patrimonio.
Con la firma de los jueces Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Elena Highton, el máximo tribunal recordó que los juicios políticos tienen una "mayor laxitud" en las exigencias de pruebas en comparación con un proceso penal. Ramírez, ex juez penal en la localidad de Saladas, había dicho que había sido mal juzgado y destituido. Pero ni la Corte de su provincia ni la nacional le dieron la razón.