Luego de 18 días de fuertes protestas con movilizaciones, marchas enardecidas y enfrentamientos que dejaron 8 muertos, el Gobierno de Ecuador y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) llegaron a un acuerdo que permitiría restaurar la paz en el país sudamericano. Otros daños que han dejado las protestas son más de 300 heridos y destrucción de propiedad estatal y privada.
Esta confirmación llega luego de que el presidente, Guillermo Lasso, se negara a seguir negociando con el líder de la CONAIE, Leonidas Iza, y llamara a conformar una mesa más amplia de diálogo.
Además, el presidente ecuatoriano atravesó un pedido de destitución en el Parlamento por tan solo 12 votos.
Por eso, varios dirigentes indígenas se reunieron con los delegados presidenciales y se contó con la mediación de la Iglesia Católica, a través de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
Luego de la reunión, que se demoró más de dos horas, la CONAIE declaró el cese de las movilizaciones y el retorno de los manifestantes a sus comunidades. El Gobierno, por su parte, se comprometió a derogar la vigencia del Estado de Excepción y a enfatizar sobre la reducción del precio de los combustibles por 0,05 dólares.
Otro de los compromisos adoptados fue instalar por 90 días mesas de diálogos constantes para dar seguimiento a los acuerdos a los que llegaron las partes.
"Acta por la paz"
La reunión en la que se llegó a los acuerdos estuvo conformada por Francisco Jiménez, ministro de Gobierno, Leonidas Iza, presidente de la CONAIE, los dirigentes de la FEINE, organización de los indígenas evangélicos del Ecuador y los dirigentes de la FENOCIN, la confederación nacional de organizaciones campesinas indígenas y negras.
Allí firmaron un "acta por la paz", en donde se establece que el gobierno de Guillermo Lasso acogió una parte de los 10 puntos de la agenda del movimiento indígena.
El acta dice que el Poder Ejecutivo tendrá el compromiso de derogar el decreto 95 y de reformar el decreto 151 sobre la política petrolera y minera de Ecuador.
Leonidas Iza celebró los logros que obtuvieron las comunidades indígenas durante las protestas, tales como el aumento del bono de desarrollo, que se declare la emergencia del sistema de salud pública, la reducción del precio de los combustibles y el aumento del presupuesto de la educación multicultural.