jueves 28 de marzo de 2024

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El hombre que mató al policía declaró que pensó que le estaban robando

Héctor Amilcar Morán, quien efectuó el disparo mortal contra el oficial Diego Rosales, declaró ante el fiscal Alejandro Pellegrinelli y seguirá detenido

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Héctor Amilcar Morán, el hombre de 69 años que el último domingo por la madrugada mató al policía Diego Rosales, de 30 años, en el interior de su casa, declaró ante el fiscal Alejandro Pellegrinelli que pensó que le estaban robando y, que en medio de la oscuridad, disparó contra uno de los hombres que ingresaron a su casa, sin saber que se trataba de un policía.

Morán declaró que cerca de las 4 de la mañana escuchó dos disparos en el interior de su casa y tomó el arma por miedo a ser víctima de un robo. En su versión, indicó que le abrieron la puerta de la habitación de una patada, que aparecieron dos personas sin identificarse y que una disparó hacia el interior de la pieza. En ese contexto, según señaló Morán, efectuó el disparo que le causó la herida mortal a Rosales en la zona de la axila.

En otro tramo de su versión, Morán sostuvo que compró el arma hace dos años porque le habían entrado a robar dos veces. El arma de Morán no estaba registrada.

Por su parte, mientras continúa la investigación para esclarecer el trágico hecho, el fiscal Pellegrinelli dispuso que Morán continúe detenido y solicitó al juez de Garantías que convierta la aprehensión en detención.

Mientras tanto, este lunes por la mañana, en el velatorio de Rosales, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, sostuvo que Morán "tiene múltiples antecedentes por privación ilegítima de la libertad". "El acusado tenía en su poder un arma que no estaba registrada. No puede explicar el origen del arma y esperemos que siga imputado por homicidio", remarcó.

A su vez, el intendente Guillermo Montenegro dijo que "acompaña a la familia Rosales y a todos los policías" en este doloroso momento. "Los organizadores de la fiesta clandestina y los que concurrieron van a tener que dar explicaciones", advirtió.

EL HECHO

El hecho ocurrió el domingo a la madrugada, cerca de las 4, en una vivienda de la zona sur. Rosales tenía 30 años y prestaba servicios en la comisaría Quinta.

Todo comenzó cuando Rosales y un compañero se dirigieron en un móvil a una casa ubicada en Jorge Newbery y Pesquero Narwal, tras una denuncia de vecinos por una presunta fiesta clandestina.

Antes del llegar al lugar, los efectivos advirtieron la presencia de cerca de cien personas en la vía pública y observaron que un taxista era agredido por un grupo de jóvenes que pateaban y arrojaban piedras al vehículo.

Los policías persiguieron a algunos de los agresores, quienes cortaron camino por un terreno e ingresaron a otra propiedad, en calle Pesquero Quovadis al 3700.

A su vez, otro móvil se sumó en la persecución y los agentes observaron que uno de los jóvenes portaba un objeto similar a un arma de fuego en la cintura e intentaron detenerlo.

Según las fuentes, el sospechoso presuntamente armado hizo "caso omiso de la voz de alto", e ingresó al domicilio junto a otras 15 personas que escapaban, entre menores y mayores de edad.

Los policías ingresaron detrás de ellos a la propiedad, donde su dueño, conocido presuntamente por el resto del grupo, se encontraba descansando en el lugar junto a seis amigos de su hijo. "El ingreso a esta vivienda no fue fortuito", dijo Berni.

Para los pesquisas, Morán efectuó al menos un disparo en el interior de la vivienda, y el tiro impactó en una axila de Rosales, quien llevaba chaleco antibalas.

El proyectil atravesó el tórax, de acuerdo a las primeras pericias, y el oficial se desvaneció en el lugar.

Tras ser baleado, Rosales fue traslado de urgencia en uno de los patrulleros presentes al Hospital Privado de Comunidad, pero falleció en el camino.

Fuentes policiales y judiciales indicaron que tras realizar el disparo, Morán dejó inmediatamente el arma utilizada sobre un estante, levantó las manos y admitió haber sido el autor del tiro.

Ante esta situación, el hombre fue esposado y aprehendido en el lugar, y luego trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán.

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