En el MALBA, con la presencia de políticos empresarios economistas y dirigentes sindicales, el economista Diego Bossio presentó su libro "Una diagonal al crecimiento", que en varios párrafos muestra ideas muy distintas a las del kirchnerismo.
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SUSCRIBITEEn el MALBA, con la presencia de políticos empresarios economistas y dirigentes sindicales, el economista Diego Bossio presentó su libro "Una diagonal al crecimiento", que en varios párrafos muestra ideas muy distintas a las del kirchnerismo.
Entre los presentes se encontraban el CEO de Pan American Energy Marcos Bulgheroni, el expresidente de River Rodolfo D’Onofrio junto con el exdiputado Emilio Monzó, que actualmente está como asesor de la precandidata presidencial Patricia Bullrich, el exministro de Gobierno de la Ciudad Bruno Screnci Silva., Carolina Castro, de Industrias Guidi; Luis Galli, CEO de Newsan, los hermanos José Urtubey, y Juan Manuel Urtubey, el empresario de medios Juan Manuel Infante y el exsecretario de Finanzas Daniel Marx.
En su nuevo libro, Bossio busca ofrecer una versión acorde a la olvidada “ancha avenida del medio” que él transitó con Sergio Massa y luego los dividió cuando el ahora ministro se reconcilió con Cristina Kirchner.
La obra comienza con un párrafo en el que afirma que "acordar un diagnostico sobre los problemas estructurales del país, es uno de los primeros e imprescindibles pasos que los argentinos debemos dar", ya que al encontrar "ese denominador común" se habrá "roto la membrana que mantiene a cada uno encerrado en su razón" y "podremos construir un punto de partida".
“En la Argentina muchas veces parecemos enamorados de los conflicto más que de las soluciones. No se trata de una travesía fácil, pero es un camino de cara a los problemas. La audacia de esta época, quizá, consista en pensar, debatir y aportar soluciones”, aporta Bossio en las primeras páginas.
Además de aportar cifras sobre el estancamiento del crecimiento en la última década, del empleo formal en el sector privado, y del empobrecimiento de la sociedad, entre otras, Bossio asegura: "Me resisto a consagrarme al desánimo. El diagnóstico tiene un desvío: el diagnosticador, ese que se chupa los dedos mientras describe un problema como si gozara al enunciarlo. Pretendo en cambio ser capaz, modestamente, de centrar las ideas, de advertir las causas estructurales de nuestra crisis y, fundamentalmente, poner templanza en la complejidad sistémica de nuestro país. Un baño de realismo para tomarnos en serio a la Argentina".
Y sostiene: "Liderar desde el diagnóstico significa aportar ideas, conceptos y fundamentalmente caminos a tomar: quienes sugieren que el problema de la Argentina es la desigualdad, infieren entonces que con solo resolver ese problema se solucionan gran parte de nuestros conflictos. Quienes creen que el problema es de crecimiento, deducen que una vez que se crece las cosas se ordenan naturalmente. Un buen diagnóstico es más complejo".
Por otro lado, Bossio asegura que el Estado "tiene que asumir un rol claro y no entorpecer el juego cuando se le ocurre. No hablo de borrarse y dejar hacer. Eso también es dañino. La intervención del Estado debe consistir en fortalecer a los jugadores para que desarrollen su potencial", asegurando que "la crisis que la Argentina necesita superar es compleja".