Sol Pérez ha sabido posicionarse en el mundo de los medios, pero el camino no fue gratuito. En sus inicios, fue víctima de salvajes críticas, especialmente por su imagen y looks. En diálogo con Bien Arriba, el programa de Carlos Monti en Radio 10, reflexionó sobre las penurias de esos momentos.
“Nunca se dieron cuenta que era muy chica, más allá de que no se le hace a nadie. Cuando estaba en el Bailando tenía 23 años y era muy chiquita. Yo pienso que no hay que hacérselo a nadie, porque no sabés cómo esa persona lo va a tomar”, empezó afirmando ante la consulta de Alejandra Quevedo.
“A mí me dijeron cosas tremendas. Miro para atrás y la verdad que no sé cómo lo soporté. He llorado. Afecta mucho al entorno, a la familia. Son los que están afuera del juego y se comen lo negativo que a uno le pasa. He llegado a no dormir, a llorar. A llamar a mi mamá y mi papá para que vengan a mi casa porque me sentía muy angustiada. Yo soy muy mamera y muy de la familia. Nunca se tomó dimensión que era muy chica. Me buscaban porque yo reaccionaba. Reaccionaba porque era chica y no podía pararme de otro lado”, continuó.
La conductora recordó alguno de los insultos más degradantes que recibió: “Han llegado a decir que estaba vestida para salir de un albergue transitorio. Yo tampoco me tengo que disfrazar de algo que no soy para gustarle al otro”.