Thiago Boneiro tiene 12 años, vive en Tres Arroyos y su vida está marcada por la batalla. Al año de su nacimiento le detectaron cáncer y tuvieron que extirparle un ojo para salvarlo. Al poco tiempo, perdió el otro. Hoy padece tres tipos diferentes de cáncer y su pronóstico no es alentador. Eso es lo que dice la medicina, pero no su espíritu. El niño se define como un luchador y confía en salir adelante.
Su historia recorrió el país y gracias a la difusión, Thiago pudo cumplir dos de sus sueños: conoció a los jugadores de Boca -el Xeneize es su gran pasión- y estuvo en el piso de Showmatch junto a Marcelo Tinelli. Allí tuvo un pedido particular. Recibir un beso y un abrazo de Pampita, con quien él se identifica por su garra y su historia difícil.
La explicación de Thiago le arrancó lágrimas a todos: "Yo la quería conocer porque es una guerrera como yo. Mi mamá me contó que la hija falleció y estoy orgulloso de ella. ¿La podría saludar?". Pampita, que rara vez se emociona en público, no pudo evitar las lágrimas. Se acercó al niño y lo abrazó con fuerza, y después se la vio muy conmovida, con todo el recuerdo de su hija Blanquita sobre sus espaldas.