Karina Jelinek le dijo al diario Muy que decidió renunciar al hogar conyugal porque quiere terminar su divorcio y dejar atrás a Leo Fariña. “Me cansé de pagar tanta plata a los abogados y de seguir un juicio que quizás nunca se termine! La gente piensa que Leo me dejó una fortuna, pero lo único que me quedó del matrimonio fueron deudas", dijo la modelo.
Esto implica dejar el piso ubicado en Avenida del Libertador, en Capital Federal, que estaría valuado en 2 millones de dólares. “Antes pensaba que me podía corresponder algo, pero con él todo es un embrollo y confuso. Trabajo desde que tengo 13 años y si bien no soy millonaria, me alcanza para vivir ", confesó.
Ahora, se va a vivir a la casa de una amiga en Barrio Parque, uno de los mejores cotizados en Buenos Aires. Sobre Fariña dijo que le metió los cuernos con cinco mujeres y se enteró “de todo por televisión”. Pobre, Karina.