viernes 17 de marzo de 2023

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MÚSICA Y RECUERDOS

Un 4 de marzo de 1981, Queen se presentaba en Mar del Plata

La histórica banda británica tocó en el estadio José María Minella por primera y única vez ante 25.000 personas

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Hace 42 años, la icónica banda británica Queen se presentó en la ciudad de Mar del Plata. Fue el miércoles 4 de marzo de 1981 ante más de 25.000 personas en el estadio Mundialista José María Minella.

La confirmación del show llegó unos meses antes, en noviembre de 1980 cuando el rumor se hizo realidad. Las crónicas de la época cuentan que después de tocar en el estadio de Vélez, el 28 de febrero, la banda liderada por Freddy Mercury arribó a Mar del Plata y se hospedó en el Hotel Provincial. Cuentan, además, que el cantante no salía de su habitación por temor al acoso de la prensa y los fanáticos.

Al cumplirse 40 años, el 4 de marzo de 2021, Ahora Mar del Plata publicó un extenso y jugoso informe con intimidades de aquella histórica visita, en la pluma del periodista Federico Bruno.

En el texto se repasan “fotos inéditas, testimonios exclusivos y la asombrosa historia del regalo que le envió Freddie Mercury a una fanática marplatense”.

Mientras Freddie Mercury fuma un cigarrillo y saborea una Coca Cola en el primer piso del Hotel Provincial, la maquinaria Queen mueve sus engranajes. Es 1981, Mar del Plata se prepara para el que será el show más emblemático de su historia. En el Estadio Mundialista se prueba un sistema de iluminación y sonido inédito para la época, y tres jóvenes marplatenses quedan inmortalizados en una foto.

Gabriel Estruch, ex empleado del Hotel Provincial, donde se alojó la banda hace 40 años, accedió a hablar con Ahora Mar del Plata para contar los detalles de la visita de la banda inglesa a la ciudad y compartió una de las fotos que más atesora. Allí se encuentra a cinco pasos de Freddie con dos de sus compañeros de trabajo.

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Freddie Mercury en Mar del Plata junto a tres empleados del hotel Provincial, entre ellos Gabriel Estruch, de camisa celeste y saco negro.
Freddie Mercury en Mar del Plata junto a tres empleados del hotel Provincial, entre ellos Gabriel Estruch, de camisa celeste y saco negro.

"Yo trabajaba en la conserjería y unos días antes de la llegada de Queen empezó a alojarse gente de su equipo para ultimar los preparativos y principalmente trabajar en el armado del escenario", recuerda Gabriel, hoy dedicado al comercio, sobre la visita estelar de Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon.

El escenario que se trasladó en ocho camiones por las rutas argentinas se convertiría en una estructura de 20 metros de frente por 12 de profundidad, con cinco columnas de iluminación que llevaron 70 lámparas cada una.

Las comunicaciones en el hotel se realizaban en ese entonces por télex, un dispositivo telegráfico de transmisión de datos -ya obsoleto- donde llegaban los pedidos de los pasajeros. En el caso de Queen no hubo solicitudes ostentosas.

"No pidió nada del otro mundo y era muy amable. En ese momento no existía el frigobar ni los aires acondicionados", señala sobre Freddie Mercury, quien se mostró "siempre muy cordial y agradecido".

La foto de Gabriel con el líder de Queen la comparte con dos de sus antiguos compañeros, todos vestidos con camisas celestes. Uno de ellos, Néstor Martínez, actualmente trabaja como remisero y suele contar la anécdota a sus pasajeros. "Una vez llevó a una mujer que le contó que era fanática de Freddie y planeaba un viaje para conocer los lugares donde se crió, y cuando él le mostró nuestra foto desde su celular no lo podía creer", dice con gracia.

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Alicia Villar con Roger Taylor y dos de sus hijas.
Alicia Villar con Roger Taylor y dos de sus hijas.

La cercanía del hotel a la playa maravilló a los visitantes y por ejemplo Jimmy, el hijo mayor de Brian, solía "correr sin parar por la zona de la rambla". También disfrutaron del Ital Park, que abrió sus puertas de forma preferencial.

Roger Taylor anduvo en karting en una pista de la ciudad, en la previa del show del 4 de marzo del 81. En tanto, John Deacon visitó las playas céntricas con sus pequeños hijos y su esposa.

Según reconstruyó el periodista Matías Bauso, Freddie estuvo la mayor parte de sus días en Mar del Plata recluido en su habitación junto a su pareja de entonces, Peter Morgan, quien le ofreció insistentemente salir de compras por la ciudad. "Freddie le explicó que para él sería imposible avanzar diez metros sin quedar sepultado bajo el entusiasmo juvenil. Un par de horas después, el artista vio desde la ventana de su habitación a su pareja hablando con un joven por la rambla. Los celos fueron inmediatos y la ruptura también, pese a que Morgan negaba haber sido él quien caminaba con otro joven en ese atardecer marplatense", dio a conocer Bauso.

En sintonía, personal del hotel confirmó que la relación amorosa encontró su punto final durante su estadía en "La Feliz". Entre los conciertos restantes de la gira en Argentina, uno en Rosario y el cierre en la cancha de Vélez, Morgan regresó al Reino Unido de forma anticipada e intempestiva.

Las entradas se ofrecían en dos puntos del centro, en Moreno y La Rioja, y en una oficina ubicada en Córdoba al 1700. "Localidades totalmente agotadas en Buenos Aires", anunciaba la frase promocional del show que organizó el empresario Ricardo Pollera.

Las crónicas del concierto informarían la asistencia de más de 20 mil personas aunque menos de la mitad de esas entradas fueron comercializadas. El remanente fue para invitados especiales, aunque también se registraron momentos de desborde y algunos "colados" que eludieron los controles y hasta saltaron algunas vallas.

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Como sus padres se rehusaron a comprarle la entrada, María Rosa Frega vendió su bicicleta Aurorita para ver a su banda preferida. Aunque al final se terminaría colando con una de sus amigas y serían unas de las 70 personas que llegaron a presenciar la prueba de sonido.

"Era súper mega fan cuando vi a Queen, tenía 15 y estaba por cumplir 16. Vendí la bici que me habían regalado a los 8 y compré la primera entrada que salió que fue platea. Después habilitaron las de campo y me quería matar. Tenía que estar más cerca, por eso fuimos con mi amiga Sonia muy temprano para entrar como sea", recuerda el comienzo de su aventura.

Las adolescentes comenzaron a rondar las inmediaciones del estadio hasta que vieron movimiento en la zona del estacionamiento y se acercaron. "Un guardia de seguridad nos preguntó si éramos las chicas de cerveza Bieckert (una de las marcas que patrocinaba el show) y le dijimos que sí", relata la mujer que finalmente dedicó su vida a la cultura. Rápidamente ingresaron al campo del Minella y apenas pisaron el césped se sorprendieron por la magnitud del escenario que esperaba por Queen.

"Apareció un tipo para probar la guitarra de May y sonaba impresionante. No lo podíamos creer, estábamos extasiadas, solo por escuchar esa guitarra". En medio de ese trance se abrieron las puertas del estadio y llegaron unas limusinas, de allí bajaron los músicos y comenzaron a caminar por el campo de juego.

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María Rosa y su amiga Alicia, minutos antes del comienzo de la prueba de sonido.
María Rosa y su amiga Alicia, minutos antes del comienzo de la prueba de sonido.

María Rosa se acercó a Brian May y cruzaron unas palabras, antes del comienzo de la prueba de sonido. No solamente le sacó una foto al guitarrista con su amiga sino que ellas posaron para que él les sacara una foto. "Tiene una foto nuestra, hace poco le mandé las fotos que tengo del show por Instagram y le dije 'vos tenés una foto mía'. Espero que algún día lo pueda leer".

Los integrantes de Queen las saludaron amablemente y de cerca, "salvo Freddie que era el único que tenía guardaespaldas", y se dispusieron a cantar un puñado de canciones. "Cantaban unos temas, en el medio tomaban cafecito, parecía un sueño. Después se fueron y volvieron para el show que fue algo inexplicable", dice la mujer que conserva la entrada de platea que no usó y terminó con la firma de algunos de sus ídolos.

La duración de los shows en el país fue de un promedio de dos horas y el set osciló entre las 26 y 28 canciones, en donde se repasó gran parte del material que formaba parte del disco "The Game", se mostró el reciente aporte a la banda de sonido del filme "Flash Gordon" y se abordaron clásicos como "Bohemian Rhapsody", "We Will Rock You", "We Are The Champions", "Love of My Life", "Now I´m Here" y "Fat Bottoned Girls", entre otros.

La censura dictatorial había prohibido la rotación en las radios del tema "Get down make love", del disco News of The World del año 77, pero la banda sorprendió a sus fanáticos al incluirlo en la lista de canciones que interpretaron en la ciudad.

Alicia Villar tenía 19 años cuando vino Queen a Mar del Plata, sacó la entrada con anticipación y presenció desde un lugar privilegiado el show. "La primera fila del campo", asegura en contacto con este medio. El día posterior tendría el privilegio de conocer a Freddie y John Deacon, en el foyer del hotel tras un encadenamiento de circunstancias fortuitas.

"Nos pasaron el dato a mí y a mi amiga que ellos estaban en el Provincial dos periodistas de la Revista Pelo, entre ellos su director, (Daniel) Ripoll, al finalizar el show. Fuimos a bailar con ellos y en el medio de la charla nos dijeron si nos gustaría conocer a Queen. Nosotras pensamos que era un chiste pero parecía que hablaban en serio, así que quedamos en volver a vernos al otro día a las 5 de la tarde en el hotel", recuerda la fanática marplatense, al tiempo que califica al show de Queen como un evento "totalmente atípico para la ciudad en ese momento" ya que "no venía nadie y menos una banda así".

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Alicia Villar abrazada por Freddie Mercury, el día después del show en Mar del Plata.
Alicia Villar abrazada por Freddie Mercury, el día después del show en Mar del Plata.

La adolescente y su amiga llegaron de forma anticipada, caminando por la costa, y al acercarse al hotel divisaron un tumulto de gente donde "la mayoría eran mujeres". Llegaron al ingreso y tras la puerta giratoria estaban los periodistas que habían conocido, ellos las habilitaron a ingresar y sumarse al grupo de personas que esperaban novedades de Queen, que permanecía sus últimas horas en la ciudad y se disponía a viajar a Rosario para su presentación en el Estadio Gigante de Arroyito.

De un momento para otro "bajó Freddie con un grupo de personas que lo rodeaban y guardaespaldas, vio que había mucha gente afuera y se quedó en un costado", recuerda Alicia, que no logró borrar de su memoria a su ídolo guarecido en las escalinatas del hotel, con los murales de César Bustillo de fondo, y su mirada perdida.

El frontman de Queen, que había desplegado horas atrás talento y sensualidad ante una multitud de marplatenses, se mostraba aturdido por los gritos de un grupo de fanáticas. Quizás haya sido el cansancio de la gira, su reciente separación, o el recuerdo que Mark Chapman había asesinado cuatro meses atrás a John Lennon en Nueva York después de pedirle que le dedicase su último disco, lo que en ese momento lo paralizó.

Osvaldo, uno de los periodistas que conoció Alicia, y el que mejor dominaba el inglés de sus colegas del staff, le preguntó si quería intentar conseguir una foto. Ella le dijo que sí y el joven se acercó a uno de los guardias para intentar el acercamiento. Fue un no rotundo. Esperaron unos minutos y lo intentó de nuevo. Ahora la negativa fue mucho más agresiva y hostil, tanto que llamó la atención de Freddie y se acercó para conocer qué era lo que estaba pasando.

Freddie se separó del grupo, le extendió su mano y pidió disculpas por el exabrupto. También le dijo que estaba "encantado" de sacarse una foto con ella, que finalmente tomó su amiga, y se excusó: tenía que volver a su habitación.

Caminaron juntos hasta el ascensor, abrazados, y se despidieron. "Fuimos al ascensor por un pasillo largo y él me hacía cosquillas, se reía mucho", rememora, todavía asombrada de su reacción.

"Valoró que no haya sido invasiva, fue muy cariñoso conmigo y seguramente le dio ternura lo colorada que me puse", dice la fanática que luego esperaría al resto de la banda en el lobby y se encontraría con John Deacon y su familia.

—Una foto, por favor, John. Una fotito

El encuentro con Deacon fue más sorpresivo y allí Alicia se acercó al bajista, que estaba junto a su esposa e hijos, para pedirle una foto. "Una fotito", le dijo y desató una carcajada del músico que no entendía mucho español y le causó gracia esa palabra. Rápidamente accedió y le pidió a su esposa que tenga a su bebé.

"No, con las nenas también", pidió la fanática y con gestos le explicó que también quería que estén en la foto. Se siguió riendo, ella también, y así salieron retratados.

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"To Alicia. Freddie Mercury". La foto firmada que le dedicó el cantante de Queen a su fanática marplatense.
"To Alicia. Freddie Mercury". La foto firmada que le dedicó el cantante de Queen a su fanática marplatense.

Cuando ya se agotaban las posibilidades del encuentro con los otros integrantes del grupo británico y ya se estaban por ir, bajó un hombre y comenzó a preguntar por "alguien llamado Alicia". Ya había consultado a casi todas las personas del lobby hasta que llegó al lugar donde estaban las adolescentes y al corroborar que había encontrado a la persona que buscaba le entregó un sobre "de parte de Freddie".

Con las manos temblorosas y en presencia del que resultó ser uno de los asistentes personales del cantante, la joven abrió el sobre y se encontró con una foto dedicada. "La eligió especialmente", le dijo antes de irse.

"To Alicia. Freddie Mercury", escribió el artista en una foto que la mujer conserva en un portarretratos junto a otros momentos importantes de su vida.

El paso fugaz de la banda por Mar del Plata adquiere cada vez más la categoría de mito y se consolida como el show más importante en la historia de la ciudad. Las historias se transmitieron de generación en generación y los hijos y nietos de muchos de los espectadores ahora se encargan de mantener vivo ese legado.

"Amo cantar nuestras canciones, pero más que nada sentir que la multitud es parte del espectáculo, cuando son ellos los que cantan", dijo Freddie Mercury en una entrevista y eso explica el brillo que se enciende en los ojos de todos los que cuentan haber visto a Queen arriba de un escenario.

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