Las maniobras de los países occidentales para intentar frenar la avanzada de Rusia en Ucrania hasta ahora resultan insuficientes, y la opción que proponían como una solución máxima, el embargo al gas y al petróleo de Rusia, parece haber pasado a manos enemigas, ya que fue Rusia el país que cortó su suministro de gas a dos países europeos: Bulgaria y Polonia.
Las autoridades de ambos países confirmaron el corte en el suministro de gas importado de Rusia, aunque descartaron que esta medida tenga efectos inmediatos que puedan elevar los precios al consumidor final.
El primer ministro de Bulgaria, Kiril Petkov, señaló esté miércoles en una reunión del Gobierno este miércoles que el país "está preparado" y tiene "fuentes alternativas", para suplir el gas faltante. También acusó a Rusia de cometer una "grave violación" a los contratos firmados y de "chantajear" a su país.
A través de su cuenta de Twitter, Petkov informó que se comunicó con el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, para discutir la situación con Gazprom, la empresa estatal rusa y que trabajarán juntos en términos de energía, seguridad y diversificación, "de importancia estratégica para ambos países y la región".
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El ministro de Energía del país, Alexander Nikolov, subrayó su lamento por haber alcanzado el punto del conflicto en el que el gas natural se haya convertido en "un arma política y económica" funcional para Rusia, que puede utilizar para presionar a los países que adoptaron sanciones por la invasión a Ucrania. El encargado de la cartera energética búlgara hizo especial hincapié en que su país no entró en incumplimiento de ningún contrato y que los pagos correspondientes a abril fueron efectuados, aunque en dólares.
En el mismo sentido, Piotr Naimski, el principal responsable en temas de infraestructura energética de Polonia sostuvo que esta decisión de Rusia de cortar el gas "acelera" una transición que estaba en camino. Las autoridades polacas ya habían advertido de que no renovarían el contrato a largo plazo para el suministro del gas de Rusia a finales de año.
De todas maneras, la empresa gasista de Polonia, PGNiG, anunció que este corte supone una violación de Rusia a los contratos vigentes, por lo que solicitará una indemnización.
La Unión Europea denuncia el "chantaje" de Rusia
Frente a la medida implementada por Rusia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, denunció este miércoles el "chantaje", que catalogó de "inaceptable" por parte de Rusia a través de la presión impuesta para obligar a pagar en rublos. Otras autoridades del bloque, como Charles Michel, presidente del Consejo Europeo y Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara, criticaron a Rusia con declaraciones similares.
"El anuncio de Gazprom de que unilateralmente cesa el envío de gas a sus clientes en Europa es otro intento de Rusia de usar el gas como instrumento de chantaje. Es injustificado e inaceptable", señalaron desde la UE.
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El grupo de coordinación de gas de los Veintisiete señaló que están trabajando para encontrar suministros alternativas. "Estamos trazando nuestra respuesta coordinada de la UE. También continuaremos trabajando con socios internacionales para asegurar flujos alternativos y seguiré trabajando con los líderes europeos y mundiales para garantizar la seguridad del suministro energético en Europa",dijo Von der Leyen.
El Kremlin señala que "no es un chantaje"
Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, destacó el "desacuerdo categórico" de la Presidencia de Rusia con los dichos de Ursula Von der Leyen y señaló que su país se ve en la necesidad de recibir los pagos por gas en rublos debido a los "pasos hostiles sin precedentes" que se han tomado contra Rusia.
"Esta necesidad fue dictada por el hecho de que nos bloquearon y robaron una cantidad bastante significativa de nuestras reservas. Todo esto requería una transición a un nuevo sistema de pago", dijo Peskov. Además agregó que "no se trata de ningún chantaje", explicando que "todas estas nuevas modalidades fueron comunicadas con anticipación a los clientes".
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Según el portavoz, Rusia "ha sido y sigue siendo un proveedor confiable de recursos energéticos para sus consumidores", alegando que continúa en su compromiso de cumplir "sus obligaciones en virtud de contrato".
"Si algunos consumidores se niegan a pagar bajo el nuevo sistema, se implementará el decreto presidencial", continuó y subrayó que "el pago en la forma adecuada será la base para continuar las entregas".