En poco más de dos semanas el dólar libre aumentó más de $100, un 40% de aumento, y está provocando grandes descalabros en algunos sectores, como en el mercado inmobiliario, que además ya viene con grandes mermas desde hace algunos años.
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Lo que aseguran desde el sector es que muchos ahorristas que planeaban invertir en inmuebles deciden esperar a ver qué ocurre con los precios debido al alza considerable del valor del dólar.
De hecho, muchos precios ya venían mostrando importantes bajas y la demanda empezaba a crecer, lo que dio buenos augurios a los expertos inmobiliarios. Pero la tensión cambiaria actúa negativamente en las operaciones.
"La historia de nuestro sector nos indica que cuando el dólar se moviliza el mercado se paraliza y cuando el dólar se estabiliza el mercado se moviliza. Si el billete estadounidense sube mucho, las consultas se frenan lamentablemente. Es habitual que cuando la cotización se normaliza, enseguida la gente suele tomar decisiones en favor de los ladrillos”, dijo Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).
Bennazar también dijo que esta situación impacta tanto sobre el mercado de viviendas a estrenar como de viviendas ya habitadas. "Y estimamos que hasta que la situación económica no se tranquilice y encamine no dará respiro para tener una previsión en qué momento habrá un despegue del sector”, señaló.
Mira Líbera, presidente de la Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires (CIBA), dijo que "son épocas en las que sólo motorizan el mercado los avezados compradores, hábiles, o los necesitados de resolver situaciones de vivienda que coinciden con los necesitados de vender y ofrecen oportunidades". "Algunos inversores o quienes pueden obtener alguna diferencia para refacciones o construcciones nuevas sacan provecho del momento actual", dijo.
"El desorden de la economía y la poca posibilidad de previsibilidad atentan contra todos los planes de crecimiento y desarrollo para aquellos que ya están contra las cuerdas con las cargas fiscales, laborales y de incontables trabas al sector privado", agregó Líbera.
Pero, a diferencia de Bennazar, Líbera estima que sufriría más el mercado de la vivienda usada, ya que se calcula que "esta suba del dólar libre haría que desciendan los valores de las cotizaciones de los departamentos y casas aún más, en un momento donde hay sobreoferta de unidades en las principales ciudades del país".
“Tal vez sufre mas la demanda de usados, y por un período próximo inmediato las propiedades nuevas tengan alguna ventaja", dijo Líbera.
"Un mes atrás comentábamos el leve cambio de movimiento ascendente que se estaba dando en la actividad. Ahora, ante esta brusca devaluación y la confusión política reinante, otra vez hay un freno. Ahora debe agudizarse la habilidad para definir las mejores opciones como gran desafío”.
Sin embargo, siempre el segundo semestre del año es el que más movimiento registra para el mercado inmobiliario y se espera que, a pesar de la crisis, este año no sea la excepción.