Con fuerte custodia policial, comenzó este lunes el juicio contra un subteniente de la policía bonaerense acusado de matar de siete disparos a un joven durante un intento de robo en las afueras de Mar del Plata, en julio de 2020.
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SUSCRIBITECon fuerte custodia policial, comenzó este lunes el juicio contra un subteniente de la policía bonaerense acusado de matar de siete disparos a un joven durante un intento de robo en las afueras de Mar del Plata, en julio de 2020.
Familiares y allegados de la víctima se movilizaron en las inmediaciones de la sede judicial, que están valladas.
El tránsito permanece cortado en la calle La Rioja, de Moreno a Colón, y en Bolívar de Yrigoyen a Catamarca, lo que genera algunos inconvenientes en la circulación.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1deberá determinar si se trató de un caso de "gatillo o fácil" como sostiene la familia de la víctima o si el hombre actuó en "legítima defensa", como argumenta la defensa.
El acusado es Pedro Arcángel Bogado (39), quien está imputado por el delito de "homicidio agravado por el empleo de arma de fuego".
Bogado está acusado de haber asesinado a Brandon Romero (18) luego de que el joven interviniera en un intento de robo junto a al menos dos amigos, en la madrugada del 5 de julio de 2020, mientras él conducía una moto tipo scooter por la Ruta 226, en la zona oeste de la localidad balnearia.
La acusación correrá únicamente por cuenta de la familia del joven asesinado, ya que el fiscal que intervino en la investigación, Alejandro Pellegrinelli, había pedido el sobreseimiento del imputado ante la Justicia de Garantías, que dispuso de todos modos que el caso fuera elevado a juicio.
El abogado César Sivo interviene como particular damnificado, en representación de los padres de Romero, mientras que la defensa particular del imputado está a cargo Martín Bernat.
De acuerdo con la acusación de la familia, el menor y dos amigos circulaban en moto por la rotonda acceso a la ciudad, y al cruzarse con el efectivo mantuvieron "algún tipo de incidente, breve y fugaz, que ni siquiera motivó la detención de su marcha y que concluyó con la continuidad inmediata de la circulación de cada uno de los rodados en distintos sentidos y dirección".
Según Sivo, el policía "continúo la marcha, desviándose nuevamente por la rotonda e incorporándose en contramano a la Ruta 226 con dirección a Sierra de los Padres" y se detuvo "a la altura del kilómetro 6", donde "descendió, dejando la moto sobre la vera de la ruta, apagada, sin llaves y sin luces y se apostó por detrás" de ella y disparó "la totalidad" del cargador de su pistola 9 milímetros reglamentaria.
De acuerdo a las pericias realizadas en el marco de la causa, Romero recibió siete impactos de bala y, tras caer sobre el pavimento, fue arrollado por vehículos que circulaban por la ruta y falleció en el lugar.
La familia del joven consideró que el efectivo tuvo "la intención deliberada" de matarlo a él y a Kevin Farías, un amigo suyo, quien también recibió un tiro en uno de sus hombros.
Por su parte, el acusado declaró durante la investigación que él había sido baleado previamente, y que Romero gritó a Farías "matalo, matalo",luego de que él se identificara como policía.
Según indicó el juez de primera de Garantías Saúl Errandonea al enviar a juicio el caso, la instrucción del caso "no ha aportado elemento cierto que dé cuenta de la existencia del arma cuya manipulación se adjudica a Farías, ni vestigios de que esta hubiera sido disparada contra Bogado".
"No obstante -agregó el magistrado-, sí parece confirmarse que Romero se encontraba desarmado, por lo que aún si se aceptará que avanzó sobre la persona de Bogado, la defensa emprendida se despega claramente de la racionalidad que exige la causa de justificación".