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SUSCRIBITELa investigación que avanzó hacia la detención de un techista, que tiene antecedentes penales por hechos de robo entre otros delitos, no solo echó primeras luces hacia el esclarecimiento del asesinato de una mujer cometido el pasado en su casa del barrio Chauvin sino que abrió la primera pista clara en otra causa previa por un hecho de similares características ocurrido el mes pasado en el barrio Bosque Peralta Ramos.
Fuentes policiales y judiciales confirmaron poco después de este mediodía la captura de Jonathan Cáceres a partir de testimonios recabados y algunas evidencias que lo comprometían con el crimen de Elizabeth Ostondo, cuyo cadáver fue descubierto cuando vecinos advirtieron que se incendiaba el frente de su domicilio, en la calle Peña casi San Luis.
El trabajo realizado por el fiscal Leandro Arévalo y el personal afectado a la pesquisa pudo determinar que Cáceres había realizado trabajos en ese domicilio. Y a partir de ese dato pudieron avanzar y determinar que tenía antecedentes penales, por lo que profundizaron la pesquisa hasta que identificaron su teléfono celular. Del análisis de antenas pudieron confirmar que estuvo en inmediaciones de la casa de Ostondo la noche en que fue asesinada.
La modalidad de muerte y este intento final de quemar la propiedad, sin dudas con el intento de borrar pruebas, llevaron a recordar el crimen de María Angélica Rossi, que también vivía sola pero en el Bosque Peralta Ramos.
En ese hecho la investigación se inició precisamente por el incendio, que según los propios bomberos que intervinieron para sofocarlo no prosperó porque las aberturas permanecieron cerradas, por lo que los daños fueron todos en el interior del domicilio.
El homicidio recién quedó a la vista cuando ingresó al lugar una médica forense y advirtió que, entre los restos del sillón, habían restos que parecían parte de un cráneo. Finalmente fue lo que se confirmó y, según el informe de autopsia, presentaba al menos tres golpes que provocaron fracturas y habrían sido la causal de muerte.
Ahora, en plena investigación del caso de Ostondo, los datos recabados por la policía y justicia confirmarían que el propio Cáceres también habría tenido en tiempos no muy lejanos un paso laboral reciente por la vivienda de Rossi, en esa oportunidad como colaborador de quien había sido contratado por la víctima para realizar algunas obras de mejoras.