lunes 25 de marzo de 2024

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Facundo Manes

Exclusivo Facundo Manes con AHORA: Su incursión en la política, la inflación, el acuerdo con el FMI y su posible candidatura en 2023

El diputado nacional por la UCR y neurocientífico Facundo Manes visitó los estudios de AHORA en CABA. Allí dialogó sobre diverso temas y sobre su nueva visita a Mar del Plata para presentar su libro "Ser Humanos"

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Por Carlos Arbía y Manuel Nacinovich

El diputado nacional por la UCR y neurocientífico Facundo Manes visitó los estudios de AHORA en CABA. Allí dialogó sobre diverso temas y sobre su nueva visita a Mar del Plata para presentar su libro “Ser Humanos”.

Sobre su libro, Manes se refirió al concepto de salud mental. "Acá hemos estado hablando mucho y bien acerca de la salud física. Las infecciones, las vacunas. Pero se habló muy poco de la salud mental", reflexionó. "Lamentablemente, uno de los efectos de la pandemia es el aumento de casos de angustia, insomnio, ansiedad, miedos, sobre todo en 5 grupos: en los chicos, en las mujeres, en los trabajadores del sistema de salud, en los ancianos y en los más pobres", agregó.

Te tocó meterte en política en la pandemia. ¿Qué significa eso para vos?

-Cuando empezó la pandemia, como médico e investigador, me di cuenta, como muchos expertos en salud y ciencia, que la pandemia históricamente cambió la mentalidad de la época. Las pandemias nos cambian. Podemos salir mejores o peores, depende de nosotros. Y en un país empobrecido y desigual (porque no podemos echar la culpa a la pandemia de la desigualdad, la pobreza, la falta de rumbo, la corrupción sistémica, en un país que involuciona desde hace décadas y donde nadie puede tirar la primera piedra), uno siente que tiene que involucrarse. Siento que todo los argentinos tenemos que hacerlo, cada uno desde el lugar que crea conveniente. La pandemia fue algo clave en mi decisión de involucrarme en la política, por la pandemia decidí entrar en la política. Yo soy un ciudadano comprometido, no me siento un político.

En algunas charlas tuyas hablás de que el mundo sigue evolucionando. ¿Cómo explicás que Argentina esté involucionando?

-Te doy datos para mostrar que no es una opinión personal. En la década del ´60 Argentina tenía el mejor sistema educativo de Latinoamérica, y años antes habíamos ganado 3 Premios Nobel en ciencia. Hoy miramos a los países vecinos en temas educativos con envidia y no aceptamos que nos evalúen a nuestros alumnos con las pruebas Pisa, que seguramente darían mal, y esto se da un mundo en que la economía es el conocimiento. La economía del siglo XXI es el conocimiento. Es decir: la capacidad que tiene la sociedad de generar valor agregado. En segundo lugar, tengo 53 años y 22 los viví en contracción económica. Tercero, en el ´75 teníamos cinco por ciento de pobres, y hoy casi la mitad del país está en la pobreza. También hemos perdido la capacidad de pensar en grande en la Argentina. Estamos concentrados en el pasado, nos peleamos por tonterías y no por el desarrollo. Si la energía que ponemos en pensar sobre el pasado y la grieta, la ponemos en pensar en grande en el mundo actual y el futuro, Argentina tiene un potencial enorme. Por eso creo que hay que cambiar la mentalidad de este país, que es absorbida por una grieta que nos empobrece y nos embrutece, y no nos permite pensar en serio. Es importante el pasado, pero también pongamos energía en el futuro.

Argentina tiene una inflación del 50 por ciento. ¿Cómo te golpea la inflación?

-Como a todos los argentinos. Juan B. Justo decía: "Mi consultorio quedó chico. Hay tanto dolor social que hay que involucrarse". La inflación es uno de los temas que el mundo solucionó, menos Argentina. Hay pocos países que tienen inflación en el mundo de las características de Argentina. Es un síntoma que tiene que ver con problemas estructurales, como la falta de confianza. Los argentinos no confiamos en Argentina y la gente de afuera no confía en Argentina. El otro problema estructural es la falta de productividad, ya que no tenemos una matriz productiva que nos dé bienestar a las más de 40 millones de personas. Y otro punto es la falta de políticas de Estado. En Argentina viene un gobierno y apunta para un lado, viene otro gobierno y apunta para otro lado. No hay una estrategia de país, una visión compartida. La última visión compartida fue la democracia. Ahora yo estoy luchando, como muchos, para que la nueva visión sea la modernidad. Necesitamos estabilizar la macroeconomía con consensos políticos serios, tenemos que mejorar la productividad, invertir en educación, ciencia y tecnología, justicia clara e independiente del poder político, geopolítica adecuada. La inflación es un síntoma de problema estructural y multicausal.

Hablaste de política de Estado, y el acuerdo con el FMI va a ser una de ellas. ¿Qué opinión tenés acerca de eso?

La deuda tiene que ser uno de los 10 temas de los que tenemos que exponernos de acuerdo los argentinos. El problema de la deuda en el país es crónico y nadie puede tirar la primera piedra. La deuda junto a la matriz productiva, la geopolítica, los servicios de inteligencia y otros temas, necesita un acuerdo general. es un tema de mucha importancia. creo que hay que pedir deuda para infraestructura pero hay que limitar el pedido de deuda de los próximos gobiernos, así que es algo que requiere una decisión de Estado. Cuando el Poder Ejecutivo mande al Congreso los detalles, mi planteo va a estar en evitar el defautl, porque eso significa mas pobreza, mas exclusion, mas aislamiento internacional, más falta de rumbo. Sería el caos. Según hable con algunos colegas de la bancada de la UCR y la Coalición, hay una idea de evitar el default,.

¿Cómo ves al kirchnerismo, la UCR y Cambiemos de aquí al 2023?

-Ha fracasado el kirchnerismo, 16 años en total, y cada vez hay más pobres, más desigualdad, más aislamiento social, más presión política sobre la Justicia. Ese país no queremos. Y tampoco le ha ido bien al PRO. Creo que el radicalismo se ha levantado en la Provincia de Buenos Aires y eso es una buena noticia, porque cada vez que la UCR lo ha hecho (pasó con Irigoyen, Frondizi, Alfonsín), se levantó a nivel nacional. Sacamos 1 millón 300 mil votos en un mes de visibilidad, y nos acompañaron sectores populares. La UCR fuerte es una buena noticia para el propio partido pero también para la Coalición, porque la dinámica de la Coalición del 2015 al 2019 tuvo al PRO como dominante y a la UCR decorativa. Y hay una nueva UCR, que entendió que los partidos políticos no tienen el derecho a existir si no se renuevan, no se adaptan y no se tienen nuevos dirigentes. Es una buena noticia para el país porque tenemos chapa para hacerlo, ya que el último gran proyecto colectivo en la Argentina fue la reconstrucción democrática y estuvo liderado por el radicalismo. Ahora hay que llevar al país a un nuevo paradigma que nos involucre a todos, que es la modernidad, el desarrollo. Creo que la UCR va a liderar este proceso, haciéndolo sentir a todos parte de este proceso colectivo. Si no hacemos un nuevo pacto social, lamentablemente vamos a seguir involucionando.

¿Te ves como candidato de la UCR en 2023, ya sea para Presidente u otro cargo?

-La UCR va a competir en todos los distritos y propiciar listas en todos los niveles, así que yo voy a trabajar para eso como lo hice en la Provincia. Nuestra lista no fue solo de radicales sino del PRO, del peronismo, del socialismo, de la sociedad civil. Creo que ese es el camino a seguir a nivel nacional. Para mí más importante que ser presidente es pertenecer a un proyecto colectivo que cambie el rumbo decadente de la Argentina. Porque acá tenemos presidentes que después de serlo no pueden salir a la calle. No tenemos que llegar a la presidencia por un ego personal o un complejo de la infancia, acá lo que tenemos que hacer es algo más grande que ser eso.

¿Qué significa haber nacido en Salto, un pueblo de la Provincia de Buenos Aires, y hacer un PHD en Cambridge?

-Mi vida es como la de todos. No pertenecía a una elite social, económica, política o cultural. Mi mamá no terminó sexto grado y mi papá era médico rural en un pueblito de campo. Sin embargo mi mamá fue la que más nos insistió a mí y a mi hermano a estudiar y a pensar en grande. La educación pública argentina fue la que me dio el mayor arma que tuve en mi vida para tener la autoestima necesaria para cumplir mis sueños, para tener identidad, para pensar libremente. Cuando llegué a Cambridge, sentí que no llegaba yo solo, sino que llegaba un representante de una clase media ajustada argentina, gracias a patriotas que pensaron la educación pública. Y esa Argentina no existe más, por eso hay que recuperarla. Cuando era chico pensaba que si era honesto, trabajaba y estudiaba me iba a ir bien. Hoy un chico de 17 años no siente que en este país va a progresar y ese es el país que tenemos que reconstruir. Por eso a veces estamos discutiendo pavadas y no discutimos una visión estratégica de nación, porque lo que nos pasa a los argentinos es recuperar un sentido de nación. Tenemos qu evolver al sentido colectivo para que flote el barco.

Te hago un breve ping-pong. ¿Raúl Alfonsín?

Fue el presidente que logró con éxito el último gran proyecto colectivo de los argentinos y que nos involucró a todos, como fue la democracia.

¿Carlos Menem?

Fue una persona que desaprovechó un momento de estabilidad económica que había logrado con Cavallo temporariamente, y no lo hizo sustentable. Porque nos mandaban a los científicos a lavar los platos, hubo una corrupción importante. Me parece que tomar el modelo de los ´90 es un error. Algunas cosas fueron positivas, otras muy negativas como la falta de inversión en ciencia, educación y tecno, la falta de respeto a las instituciones. Pero su modelo economico no fue sustentable porque el uno a uno fue una ilusion que la pagamos con la crisis de 2001.

¿Fernando De La Rúa?

Un presidente que no se animó a cambiar la Convertibilidad y cayó con ella. Ese fue el gran error. No poder implementar lo que la sociedad pedía, que era que se sincere la situación.

¿Néstor Kirchner?

Una persona que tuvo ideas de desasrrollo interesantes pero lamentablemente tuvo una forma de goebernar que se vio clarmaente en Santa Cruz, en donde se avasallaba al Poder Judicial, a la prensa independiente, había poco sector privado. Ese modelo de país no llegó al desarrollo.

¿Cristina Fernández de Kirchner?

Fue mi paciente, no hablo de mi pacientes. Tengo un respeto y un afecto personal pero claramente no coincido con sus políticas.

¿Alberto Fernández?

Un Presidente anómalo. Fue puesto en el poder por una vicepresidenta con más poder que él. Y ahí está la base de todas las problemas. En un sistema presidencialista como la Argentina, eso es un gran problema.

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