Verónica Vera preside la ONG Ayudemos de Corazón, que asiste a personas de los barrios del norte de Mar del Plata y de otros puntos de la ciudad. Se dedica a esta labor solidaria desde 2015, cuando con un grupo de vecinos empezó a recorrer casa por casa, desde el 2 de Abril hasta Colonia Barragán, para escuchar y ayudar a quienes necesitaban una mano. Ahora trabajan en la construcción de la sede del Club 2 de Abril, en El Casal, para que los chicos de la zona puedan entrenar y realizar actividades deportivas.
“La idea era empezar a asistir a familias en situación vulnerable. A medida que empezamos a ayudar, encontramos un lugar para la sede de la ONG, que funciona como comedor, y a la par, muchos vecinos nos preguntaban por actividades”, cuenta a Ahora Mar del Plata Verónica, que vivió casi toda su vida en el 2 de Abril. En ese entonces entregaban una copa de leche, llevaban alimentos a las familias y asistían a las víctimas de los temporales, porque las calles se inundaban y la gente no podía salir de sus casas.
Al notar una necesidad de actividades deportivas en la zona, los voluntarios iniciaron la escuelita para los chicos y chicas de los barrios, “porque al estar alejados de la ciudad, no tienen la posibilidad de realizar este tipo de actividades, porque no tienen poder adquisitivo para concurrir a otros espacios”. También crearon una comparsa barrial.
La ONG creció y conformó una red Merenderos Comedores Unidos Mar del Plata, donde trabajanpara asistir a unas 2 mil familias en 16 barrios de la ciudad.
Una esperanza para los jóvenes
Hay 300 chicos de los barrios hacen natación. La ONG articula acciones con la Municipalidad y los lleva al Polideportivo del Barrio Libertad. También organizó visitas a las canchas de Boca, River y Argentinos Juniors, para que tengan un paseo diferente. "Les ofrecemos algo distinto, que disfrutamos todos", destaca Verónica.
La ONG participa del programa Empleo Joven y quienes concurren asisten a talleres de formación profesional o al secundario para adultos. Además, está conectada con las oficinas de Empleo Muncipal para que los mayores 18 años tengan herramientas y puedan insertarse en el mercado laboral.
“Hay muchos jóvenes que se tienen capacitar y no tienen herramientas, no tienen la posibilidad o falta de trabajo. Si la gente tiene trabajo, tiene para comprar y tiene para vivir. Es una necesidad que empeora todos los aspectos de la vida”, considera Verónica.
Y lamenta: “No podés proyectar si no podés alimentarte, y menos cuando hay hijos de por medio. Y ahí comienza la demanda de los comedores. En oportunidades los chicos terminan yendo a comer a las escuelas, se alimentan en espacios comunitarios”.
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La ONG recibe donaciones de vecinos, además de la colaboración de distintas entidades y los programas estatales para comedores.
Los voluntarios buscan llegar a todos los que necesitan una ayuda, pese a los obstáculos. “Somos muy insistentes en nuestro objetivo. Somos exigentes cuando hay una necesidad y, tarde o temprano, recibimos una respuesta”, afirma Verónica.
Nueva sede
La ONG construye la sede del club en el barrio El Casal, un espacio más amplio para que los chicos y chicas puedan practicar deporte y hacer distintas actividades. “Nos costó, pero estamos en proceso y si Dios quiere, lo finalizaremos para febrero del año que viene”, destaca Verónica.
Para este proyecto necesitan aberturas. “Necesitaríamos con urgencia una puerta para que quede cerrado mientras sigue la obra”, detalla.
Verónica está feliz con los voluntarios que trabajan día a día con ella. Expresa que la labor solidaria ocupa una gran parte de su vida y lo hace con ganas. “El trabajo social te tiene que gustar. No es para para cualquiera. Esto es una pasión. En mi caso me gusta acompañar a las familias y más cuando sé que las cosas están y se pueden lograr, solo hay que golpear la puerta correcta y luchar por los derechos de la gente”, destaca.
Cómo ayudar
Quien quiera colaborar puede donar leche para los comedores que conforman la red. Y también necesitan equipamiento deportivo, como pelotas y botines, para los nenes que concurren a la escuelita de fútbol del club 2 de Abril, para que puedan participar de cualquier liga barrial o amistoso.
“Tenemos mucha demanda de familias en situación vulnerable. Creo que juntos podemos salir adelante y terminar el año la mejor manera”, destaca Verónica.
Para entregar las donaciones, los interesados pueden contactarse a través de Facebook