El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, integrado por María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia, dará a conocer este lunes a las 13 la sentencia a los rugbiers por matar a golpes a Fernando Báez Sosa, el 18 de enero de 2020 a la salida de un boliche en Villa Gesell.
La decisión de los integrantes del Tribunal será entre si está determinado que el joven fue asesinado a partir de un plan ideado y ejecutado por los acusados de matarlo a golpes, o si la evidencia indica que su muerte el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell fue el final no deseado de una agresión desmedida tras un incidente menor ocurrido minutos antes.
Los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García y el particular damnificado, encabezado por los abogados Fernando Burlando y Fabián y Facundo Améndola, sostuvieron en sus alegatos la carátula de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".
Por su parte, el abogado defensor, Hugo Tomei, pidió la absolución de todos los imputados: Máximo Thomsen (23 años), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), Luciano Pertossi (21), Ciro Pertossi (22) y Lucas Pertossi (23).
La fiscalía entendió que "no hubo roles", que "todos hicieron todo, todos se pusieron de acuerdo para matar a Fernando, todos lo golpearon", según el análisis realizado de la prueba incorporada durante la instrucción y de 87 testimonios brindados en el juicio, decenas de videos reproducidos y pericias detalladas en las distintas audiencias.
Los abogados de los padres de la víctima adhirieron al alegar al planteo fiscal y Burlando sostuvo que "todos" los imputados tuvieron la "voluntad de matar" y planearon una "cacería humana", y que la víctima fue "fusilada a golpes y patadas".
"La imagen de Fernando de rodillas pidiendo clemencia. Esa es la imagen que para esta representación justifica ni más ni menos el pedido de prisión perpetua para los acusados", afirmó.
En caso de ser condenados, se estima que serían trasladados al Penal de Sierra Chica, aunque eso no está aún confirmado, mientras que el entorno de los acusados buscaría que los lleven al penal de Campana para estar más cerca de sus familiares para cuando sea el día semanal de visita.
Los ocho acusados se encuentran en la Unidad 6 de Dolores desde el 1 de enero pasado por el inicio del juicio, en el que hubo 87 testigos en 13 audiencias, mientras que durante todo este tiempo estuvieron en Melchor Romero.