viernes 15 de marzo de 2024

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Un marplatense en un millón

"El chico de los bizcochitos": una marplatense ayudó a que un joven emprendedor consiguiera más pedidos

Cristian tiene 18 años y sale a trabajar todos los días con su bicicleta repartiendo bizcochos que hace con su mamá. Yanina, una compradora fiel, lo ayudó a que tuviera una herramienta para poder conseguir más trabajo

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Un pequeño gesto puede cambiar la vida de una persona. Esta es la historia de Cristian, "El chico de los bizcochitos", y Yanina, una fiel compradora marplatense que decidió ayudarlo a ir más allá.

Hace un año que todos los días el joven toca la puerta de la oficina de la mujer para vender sus productos. "Nunca los terminábamos de comer, porque pasaba todos los días, pero por el simple hecho de ayudarlo le comprábamos igual", revela a Ahora Mar del Plata.

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"Tengo agencia de comunicación, y siempre me pedía alguna PC rota porque estaba haciendo el curso de reparación de PC y celulares. Un día le pedí el número de celular y me dijo que no tenía ninguno, que estaba ahorrando para poder comprar uno", comenta Yanina.

Y ahí fue cuando comenzó una pequeña campaña, dentro de sus contactos en las redes sociales, para poder conseguirle un teléfono. "Podría vender con Instagram o Whatsapp y no tiene acceso. Así que también pensé en enseñarle a usar las redes para que pueda hacerse un usuario y conseguir más ventas", comenta la mujer que es especialista en comunicación.

Entre sus contactos pudo conseguir quién donara un teléfono, ahora solo resta entregárselo y enseñarle a trabajar con él. "No fue nada planeado, fue espontáneo, y este nene es puro amor. Me encantaría guiarlo en la comunicación digital para que pueda vender más", agrega.

"Anda siempre en su bici con su canastita, muy amable, diciendo 'Soy el chico de los bizcochitos'. Pasan tantas cosas malas en la sociedad y al ver que le pone amor a su trabajo, y al de su mamá, que me dieron ganas de ayudarlo", concluye la mujer que tiene su estudio de comunicación en Avellaneda e Independencia.

Un final feliz o un comienzo de un nuevo emprendedor marplatense que con una pequeña ayuda podrá, seguramente, ir por más.

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