Los marplatenses que cumplen los sueños de pequeños luchadores
A través de Fundación Maravillas hacen posible que los nenes con enfermedades crónicas graves conozcan a sus ídolos, vayan a la cancha o viajen en tren
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Los nenes y nenas del sector de oncología en el Hospital Materno Infantil muestran una sonrisa cuando hablan de sus sueños: subirse a un auto de carrera, conocer la cancha de su equipo, sacarse una foto con su ídolo o comer un pancho en un restaurante. Hay un grupo de marplatenses que escucha esos anhelos, toma nota y hace todo para concretarlos.
Los integrantes y voluntarios de Fundación Maravillas lo hacen posible desde 2004. Todo comenzó con un grupo de amigos que decidieron iniciar una labor solidaria luego de vivir distintas circunstancias. En 2004 comenzaron a darle forma y organizaron pequeños eventos para recaudar los fondos necesarios para los trámites que requiere la conformación de una fundación. El 31 de diciembre de ese mismo año obtuvieron la personería jurídica. “Ahí arrancó nuestro sueño”, afirma la presidenta de Fundación Maravillas, Alejandra Díaz.
El grupo fue apadrinado Barcelona por la Fundación Ilusiones. “Ellos llevaban mucho tiempo trabajando en la resiliencia del niño y su familia a partir de la realización de un sueño. Y fue una tarea que nosotros, con distintas formaciones laborales, podíamos llevar a cabo juntos, así que empezamos el camino”, expresa a Ahora Mar del Plata.
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José fue el primer protagonista de esta historia. Él quería andar en auto de carrera. “Estábamos orgullosos y emocionados de lograr sacarle una sonrisa a un niño que estaba con una enfermedad crónica grave. Normalmente son tratamientos prolongados”, explica Alejandra. Ya adulto, José también acompañó en otros sueños, para que otros chicos también lo vivieran.
Manos a la obra
La comisión directiva de Fundación Maravillas tiene 15 integrantes a quienes se suman unos 20 voluntarios que colaboran de forma esporádica cuando hay un sueño que cumplir o alguna actividad para recaudar fondos.
El trabajo se pone en marcha a partir del pedido de la mamá, el papá o un tutor del nene o nena que solicite el acompañamiento para descubrir cuál sería el sueño. Una vez logrado, después de varias entrevistas, trabajan para cumplirlo “de la manera más espectacular, como para que ese día realmente sea especial para el niño y para su familia”. El resultado no solo es la sonrisa del pequeño luchador, sino la emoción que comparten entre todos.
En los últimos años lograron cumplir sueños que habían quedado postergados por la pandemia. Así, Martín pudo conocer a Divididos; Pablo recorrió la casa de su equipo favorito, River Plate; Thiago viajó en tren y en avión, y conoció la cabina del piloto y la locomotora, y Kevin visitó un estadio. “Todos estos sueños fueron realizados con mucho amor y logramos en cada uno una gran sonrisa como sueño cumplido”, remarca Alejandra.
Hay más por cumplir
Si bien este tipo de trabajo es esporádico, quienes quieran sumarse pueden contactarse por Facebook o Instagram.
“Ahora nos estamos preparando para el 14 de febrero, que se conmemora el Día Internacional del Niño Oncológico, donde siempre tratamos de hacer un pequeño homenaje para concientizar a la sociedad de la importancia del diagnóstico temprano”, adelanta la presidenta de la fundación.