Por Bárbara Benitez
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Hace 41 años bebes nacían en centro clandestinos, hombres y mujeres eran secuestrados. Hace 41 años niños transitaban sus primeras semanas de clases, algunos ya se abrigaban por el frío, en aulas con autores censurados. Hace 41 años un gobierno de facto intentaba no hundirse y entre manotazo de ahogado decidió recuperar unas islas en las que, en enero de 1833, el colonialismo inglés desembarcó para su posterior ocupación ilegitima, en una clara maniobra que atentó y continúa atentando a la soberanía argentina a 190 años. Hace 41 años las Islas Malvinas serían el escenario de una guerra que traería una masacre para jóvenes que tan solo querían empezar a estudiar, viajar o simplemente quedarse con su familia.
Cada 2 de abril desde hace 41 años Argentina se detiene y conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Fernando Álvarez, marplatense y ex combatiente, dialogó con Ahora Mar del Plata y recordó lo que sucedió aquel martes 13 de 1982 cuando fue trasladado al sur del país con 18 años, la incertidumbre como bandera y el silencio como respuesta: “Me tocó por esas cosas de la vida hacer el servicio militar en el regimiento siete de infantería mecanizado de La Plata. En nuestra ciudad había cuatro bases, pero a mí me tocó allí. Ingresé en marzo de 1981 a hacer la famosa colimba. Entrabamos a los 18 años a excepción de quien estuviera estudiando, pero en mi caso preferí cortar el estudio para no tener que hacerlo más adelante”.
“Estuve 15 meses por ser un soldado medio revoltoso y me dejaron en penitencia. No pude salir de baja porque llegó Malvinas, del regimiento nos llevaron directo a Río Gallegos para enlistarnos”, agregó pensativo.
Fernando un joven marplatense de 18 años era tan solo eso, un adolescente que quería estudiar y divertirse: “Nosotros cuando teníamos 16 y 17 años ya sabíamos que nos iba a tocar el servicio militar. Siendo adolescente, además de estudiar pensamos en salir, divertirnos, hacer un deporte, noviar o militar en alguna agrupación. Estamos bajo un régimen militar, sabíamos lo que pasaba, teníamos conciencia de quiénes era perseguidos y desaparecidos, pero jamás pensamos en vivir una guerra . Sí, tal vez, en un enfrentamiento interno por todos los problemas que se vivían en nuestro país. No lo pensábamos ni cuando estábamos haciendo el servicio militar. Ya estando en el sur éramos todos muy positivos, decíamos: ´mirá que van a venir de tan lejos´", explicó.
Por su parte, otro ex combatiente José María “Coty” Lambertini, agregó: “En Mar del Plata como en todo el país el contexto social era muy malo. La moral estaba por el piso, todos sabíamos lo que estaba pasando. La economía estaba quebrada, la educación y la salud también. Era un muy mal presente. De Malvinas en los colegios de algún modo se hablaba de la soberanía, era un tema más, pero no de agenda”.
Lambertinimencionó: “Nos dieron un fin de semana para despedirnos de nuestras familias y comunicarles que nos íbamos al sur y muy posiblemente a Malvinas” y Álvarez recordó: “Todos estábamos muy aturdidos, muchos nunca nos habíamos subido a un avión, nosotros estábamos totalmente inconscientes, no sabíamos nada y menos que íbamos a entrar en guerra. Estábamos más preocupados por nuestro bautismo de vuelo. Fue en un avión sin asientos, estábamos todos en el suelo amontonados, muchos se descompusieron. Teníamos incertidumbre, ni nuestro superior inmediato sabía muy bien lo que estaba por pasar”.
"Todos los soldados vivimos una guerra distinta y hasta el primero de mayo fue una etapa. No había bombardeos, solo teníamos la idea de las películas, era más psicológico. Cuando empezaron ya no teníamos tiempo para nada. Nadie estaba preparado para esto", aseguró.
Fernando explicó que “las familias y los amigos que tenían seres queridos en la guerra lo vivían de una manera, los demás seguían con su vida habitual. En muchos lugares de las grandes ciudades la vida continuaba. Argentina parecía estar dividida en dos: el sur sí estaba preparado y entendía lo que estaba pasando. Cuando nosotros llegamos a Buenos Aires tan solo éramos los loquitos de la guerra. No quiero ni pensar cómo vivieron todo esto nuestros padres”.
"Llega esta fecha y empezamos a cambiar la piel, es como que uno se va transformando. Los ex combatientes en la gran mayoría somos abuelos, son 41 años. Nuestra institución es una de las más antiguas del país. Nuestras familias y la prensa marplatense jamás nos dieron la espalda, esto lo valoramos mucho", cerró Fernando.
Hace 41 años bebes nacían en centro clandestinos, hombres y mujeres eran secuestrados. Hace 41 años niños transitaban sus primeras semanas de clases, algunos ya se abrigaban por el frío, en aulas con autores censurados. Hace 41 años un gobierno de facto intentaba no hundirse y entre manotazo de ahogado decidió recuperar unas islas en las que, en enero de 1833, el colonialismo inglés desembarcó para su posterior ocupación ilegitima, en una clara maniobra que atentó y continúa atentando a la soberanía argentina a 190 años. Hace 41 años las Islas Malvinas serían el escenario de una guerra que traería una masacre para jóvenes que tan solo querían empezar a estudiar, viajar o simplemente quedarse con su familia. Hace 41 años Fernando y Luis por destino, porque la historia así quiso viajaron a unas islas, se enfrentaron a una de las pesadillas más grandes y volvieron de la guerra haciendo historia.
Fotos: gentileza de Fernando Álvarez y José María “Coty” Lambertini