viernes 1 de diciembre de 2023

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Ciencia

Marplatenses crearon el primer spray antiviral y antibacterial generado en el país

El CONICET y los Laboratorios Elea Phoenix S.A. firmaron la licencia para la producción del spray PERVIRAL desarrollado por el CONICET, la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y la Universidad Nacional del Sur (UNS)

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Científicos marplatenses crearon el primer spray antiviral y antibacterial generado en el país que puede ser utilizado sobre barbijos, máscaras y todo tipo de telas, aumentando hasta diez veces la protección.

En diciembre pasado, el CONICET y los Laboratorios Elea Phoenix S.A. firmaron la licencia para la producción del spray PERVIRAL desarrollado por el CONICET, la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y la Universidad Nacional del Sur (UNS), proyecto liderado por las científicas del CONICET Vera Álvarez, cuyo lugar de trabajo es el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA, UNMPD-CONICET) y Verónica Lassalle, perteneciente al Instituto de Química del Sur (INQUISUR, UNS-CONICET).

Este es el primer spray antiviral-antibacteriano que puede ser utilizado sobre barbijos, máscaras y todo tipo de telas, aumentando hasta diez veces la protección. Funciona creando una película protectora que inactiva de forma instantánea los virus de tipo coronavirus y que, de usarse sobre los barbijos, se convierte en una protección más para el cuidado de la salud. A través de la síntesis de materiales de base polimérica, de bajo costo, simple preparación e implementación, se logró este desarrollo científico en formato spray.

“El proyecto surge a partir de una beca doctoral que dirigimos junto a la doctora Verónica Lassalle de Bahía Blanca. Ambas tenemos a una becaria en común, y empezamos a ver que los materiales con los que trabajábamos podían llegar a tener actividad frente al coronavirus. Entonces lo que hicimos fue redireccionar nuestra investigación para ofrecer una respuesta a esta necesidad de contar con medios y recursos para ayudar a cortar el contagio y frenar la circulación del virus. Encontramos que el material en forma de gel que usábamos en la beca y en otras aplicaciones en las que trabajamos en ambos grupos, tenía esas propiedades. Así fue que adaptamos nuestra investigación para poder dar respuesta a una parte importante de la pandemia que es la prevención”, explica Álvarez.

Por su parte la científica bahiense agrega: “Para lograr que nuestras investigaciones trasciendan las paredes del laboratorio es fundamental el trabajo interdisciplinario, eso en mi opinión fue en nuestro caso, el factor clave que determinó que se pudiesen cubrir de manera adecuada las distintas aristas involucradas en este trabajo. Hemos considerado desde el principio este proyecto como una herramienta de vinculación más que un mero proyecto de investigación tendiente a proveernos de financiamiento. Desde que nos notificaron el otorgamiento de la IP COVID nos comprometimos en fijar cronogramas y actividades que nos permitieran concluir con un desarrollo en los tiempos que la pandemia exigía, es decir, llegar a realizar un aporte concreto a la sociedad”.

El proyecto, planteado en conjunto entre el Grupo de Materiales compuestos (CoMP) del INTEMA y el Grupo de Nanomateriales Híbridos Aplicados (NanoHiAp) de INQUISUR, apunta a aprovechar las propiedades antivirales, pero también antifúngicas y antimicrobianas, de un biopolímero conocido como quitosano, para producir materiales híbridos que permitan proteger diferentes tipos de superficies del SARS-CoV-2 y otros patógenos, haciendo que se inactiven -es decir, pierdan posibilidad de replicarse e infectar- al entrar en contacto con ellas.

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