El Papa lamentó que haya “muchas lágrimas en esta Navidad”, tras recordar los cristianos perseguidos en Irak y Siria, el conflicto ucraniano, la epidemia del ébola y los niños que sufren abusos. "Hay verdaderamente muchas lágrimas en esta Navidad junto con las lágrimas del Niño Jesús", exclamó.
El Papa también rezó por "nuestros hermanos y hermanas de Irak y Siria que desde hace demasiado tiempo sufren los efectos del conflicto en curso" y "sufren una brutal persecución". Invocó "esperanza" para los muchos refugiados, auspiciando que puedan recibir "las ayudas humanitarias necesarias" y "regresar a sus países".