martes 26 de marzo de 2024

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Violencia de género en tiempos de coronavirus

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Directora Instituto de Estudios de Género y Diversidad CAMDP

Como sociedad nos encontramos transitando el aislamiento social, preventivo y obligatorio frente a la pandemia del COVID19 y analizamos el dinamismo de los alcances de dicho confinamiento y sus implicancias.

En materia de violencia de género las circunstancias actuales en muchas situaciones agravan la realidad de aquellas mujeres que se encuentran aisladas con el agresor. Lejos de disminuir durante la cuarentena la violencia de género ha aumentado.

Recordemos que actualmente las tareas escolares, actividades laborales, trámites con instituciones públicas o privadas se realizan utilizando Internet, por lo que aun frente al COVID19 el agresor ha encontrado un nuevo escenario para incrementar el hostigamiento hacia las víctimas.

Los ataques pueden enfocarse a insultar, avergonzar, desprestigiar, censurar, extorsionar como así también la creación de perfiles falsos.

Pueden darse situaciones en las cuales el acoso sea de manera casi permanente, las redes sociales no tienen límite horario. Esto profundiza y agrava las consecuencias de la violencia, haciendo casi imposible para las personas agredidas poder desconectarse y reconstruirse.

Las consecuencias de dicho acoso van desde angustia mental, daños en la reputación y miedo a los efectos en el mundo real.

A esta situación se suma el hecho de que las agresiones en distintos espacios en Internet “no olvidan”. Esto significa que Internet cuenta con una estructura que hace fácil replicar contenidos y alojarlos en lugares varios teniendo impacto directo en la vulneración de derechos de las víctimas, entre ellos el derecho al honor.

En la Unión Europea se regula el “derecho al olvido” en internet. Este implica que los buscadores como Google tienen la obligación de eliminar de sus listas de resultados aquellos enlaces que violen ciertos derechos de una persona ciudadana, a petición de ésta. No obstante sigue siendo un proceso difícil de llevar a cabo y muchos contenidos de violencia de género aun no se contemplan oficialmente dentro de este marco legislativo.

En la mayoría de los casos, es posible denunciar la violencia a la plataforma/ servicio en línea mismo, informar lo que ha ocurrido de inmediato. La plataforma investigará para determinar si el contenido intercambiado viola los “estándares” existentes y podrá o no tomar medidas para eliminar el contenido y/o restringir los privilegios y la actividad del autor.

Pero el daño y/o el impacto emocional causado a la víctima se ha realizado…surgen así una serie de interrogantes: ¿alcanza el “derecho al olvido” frente a la agresión plasmada en Facebook, Twitter, Instagram? ¿Cómo llegamos a que la medida de protección judicial vigente que puede abarcar restricción de acercamiento como así también el cese de todo acto de hostigamiento aun incluyendo aquel efectuado en las redes sociales tenga real efectividad?

En misma línea de análisis, ¿el incumplimiento denunciado o a denunciar por hostigar continuamente en redes sociales frente a la desobediencia de la orden judicial tiene alcance real en la respuesta del aparato jurisdiccional hacia las plataformas utilizadas por el agresor?

En este contexto celebro el reciente convenio suscripto entre el Ministerio de Género de la Nación y Facebook mediante el cual desarrollaron una plataforma única que busca garantizar que las mujeres y personas LGBTI+ se comuniquen de manera fácil y rápida sin alertar a sus agresores enviando un mensaje de WhatsApp con la palabra "hola" al número de la línea +54 9 11 2771-6463, activándose un procedimiento para que personas capacitadas en violencia de género evalúen los riesgos y puedan guiarlas a través de un protocolo. Herramientas como dicho convenio permitirán comenzar de manera integral en respuestas a las violencias prepretadas a las mujeres y colectivo LGBTI+.

Considero que a nivel local, regional y global tenemos mucho por delante para desarrollar estrategias coordinadas y conjuntas para visibilizar la importancia de dar una respuesta efectiva y real a aquellas mujeres que son violentadas on line.

Por ello resulta importante que la gobernanza de internet sea impregnada por perspectiva de género, apoyando y fomentando la participación real de las partes interesadas; que los asuntos emergentes se tomen de manera local, regional y global; logrando la inclusión de nuevos actores, que se vean representadas las personas cuyos derechos se encuentran vulnerados como en las situaciones de violencia de género; y así aumentar el balance de género, la transparencia y responsabilidad.

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